Los invernaderos geotérmicos son aquellos que permiten mejorar la aportación de calor y el control de la temperatura mediante el uso de una bomba de calor geotérmica en los invernaderos. El uso de la energía geotérmica en los invernaderos está pensado para reducir el consumo de energía y ahorrar en costes de combustible, al tiempo que se incrementa el rendimiento de los cultivos.
Los invernaderos geotérmicos también se denominan invernaderos protegidos por la tierra o invernaderos solares. Suelen construirse excavando un agujero en el suelo, forrándolo con láminas de plástico y cubriéndolo con tierra. Este tipo de diseño de invernadero puede utilizarse para cultivar durante todo el año en cualquier clima.
Los invernaderos geotérmicos presentan una serie de ventajas con respecto a los invernaderos tradicionales. En primer lugar, la diversidad de los cultivos es como mínimo el doble en comparación con los invernaderos tradicionales. Esto se debe a que la temperatura dentro del invernadero puede controlarse mediante una fuente de calor natural o artificial (como la energía geotérmica). También permite mantener altos niveles de humedad en el invernadero (lo cual es esencial para las plantas), al tiempo que se mantiene una temperatura constante durante los meses de invierno o los días calurosos de verano.

Beneficios de los invernaderos geotérmicos
Hoy en día gracias a su sistema de energía geotérmica, se utilizan cada vez más en la agricultura. La energía geotérmica es una de las energías que permite un alto consumo energético y ahorro económico, además de ser eficiente en comparación con otras energías renovables.
El uso de la energía geotérmica en la agricultura es cada día más común gracias a sus beneficios, como, por ejemplo:
- Ahorra dinero
- Ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
- Reduce el uso de agua
- Mejora la calidad de las plantas y verduras
Los invernaderos geotérmicos son un tipo de invernadero que utiliza el calor geotérmico para regular la temperatura. A diferencia de los invernaderos tradicionales, que utilizan electricidad o combustibles fósiles para la calefacción, los invernaderos geotérmicos sólo necesitan instalar un sistema geotérmico y pueden ahorrar hasta un 70% de los costes energéticos.
La transferencia de calor entre la tierra y el invernadero se denomina «bomba de calor geotérmica». Se consigue perforando pozos en el suelo y transfiriendo el calor almacenado en la tierra al invernadero. La diferencia de temperatura entre ambos (entre 3 y 7 grados centígrados) se utiliza para producir energía a través de un intercambiador de calor con el fin de mantener una temperatura constante en el interior del invernadero. Este sistema permite reducir el consumo de energía hasta un 70%.